lunes, 6 de septiembre de 2010

Súbita


Una sequía repentina se apodero de la mente
hace algún tiempo se extinguieron los pensamientos, las ganas
la memoria no encuentra donde reposar,
hace meses que camina sin un objetivo,
esta preocupada por que al ver en el horizonte ,
le intriga saber donde se dirigen sus pasos.
Por un momento la locura la llevo a girar en el mismo lugar
tan fuerte que sin darse cuenta cayó al suelo inconsciente,
con un estruendoso golpe en la cabeza desperté agonizando,
con sangre en las manos
el gesto de la disposicion tan insólita
busque alguna respuesta, pero no pude pensar,
aquel dolor bloqueo la sangre, fue imposible.
Mientras acechando la mirada al lugar
me percate que perdí el reloj de arena que tanto cuide,
Desde el día que salí de la obscuridad de un vientre,
quien pensaría, el día llegaría
en ese instante quise suponer que todo era un sueño.
Me levante desinteresada, con temblores en las manos
sin hacer quejidos busque un poco de agua,
fue cuando el corazón impetuoso quiso doblegar su estado de rigidez,
era todo demasiado inusual que el delirio
quiso transformar la situación para darme el favor,
pero la retina de los ojos fue emblanqueciendo mas y mas
la mirada yáce vacia bajo los parpados,
fue ahí cuando el rostro pálido, con ojeras
hizo el gesto de una sonrisa desganada...
el silencio invadió...
Caí al suelo, y el viaje comenzó...

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